Creo que ya conocen al vigilante del jardín de
El Blog de los Gatitos. Sin él, los Domo-kun se hubieran metido a intrusear muchas veces, y hubiera sido un desastre. Gracias a este gato, hemos vivido tranquilos muchos días, a pesar de que
nos invaden. Primero estuvo vigilando muy atento, pero llegó el momento en que los Domo arruinaron el jardín, ¡pero nuestro amigo no se quedó sin hacer nada! Una de las primeras cosas que los Domokun sacaron fue el cesto en el que estaba metido, que era su puesto de vigilancia. Hicieron una torre de Domos y lograron escalar. Nuestro gato se quedó ahí en su silla.
¡Ahora estamos en problemas! Habrá pensado y, como él era el vigilante, pues dio la alerta y los gatos que estaban allí entraron todos a la casa. Él decidió inspeccionar por si algún gato no había echo ingreso, y estaba en peligro. Así que se bajó de la silla, se escabulló de 2 o 3 domo-kun (según quien me lo cuente habían cinco), y llegó a un pequeño pastizal. Era suficientemente alto el pasto ahí para que algún gato se ocultara, pero eso no era quedar 100% seguro, y encontró a una gatita en problemas.
¡Era la gatita tricolor, la número 174 en hacer aparición en el blog! Apareció
por primera vez el 22 de Enero, y luego tuvo una
segunda oportunidad el día 8 de Febrero. Así que ya es una antigua conocida por quienes vengan seguido a este espacio de gatos, y por cierto nuestro gatito vigilante le conocía, y sabía que podía estar en dificultades. Allí la encontró, pidiendo ayuda. Ella estaba feliz de ver a un amigo.
Y él, como todo caballero, le ayudó a salir de ahí, evadiendo cualquier amenaza. También se topó a un camarada en el camino, el Gato 249°,
con quien ya había estado vigilando cuando los domo-kun se fueron y pude arreglar el jardín (esperen... ¡eso pasó después! creo que necesito un guionista, o algo).
Así que se pusieron a buscar más gatos que pudieran tener drama. Pero no, todos ya habían entrado a la seguridad del hogar. Hacía un poco de calor, pero no era la hora de regodearse.
Y pasaron las horas. Cuando salí al jardín a mirar, descubrí con horror
que estaba todo devastado, y había todavía algunos bellacos dando vueltas, levantando las piedras y moviendo las macetas con flores a la busca de un gatito escondido. Pero por suerte no había ninguno.
Por lo menos, me sirvió para sacarle foto a un domo-kun, y denunciarlo a la policía. Creo que por eso se vengaron y secuestraron al gatito del día 101°. ¡Qué acto de crueldad!
Tan sólo me gustaría saber en dónde se esconden, porque sería buena pista para hallar al gatito que se llevaron.
Pero volveré a relatar todo este incidente desde el punto de vista de nuestros vigilantes, ya que ellos vieron cómo el domo-kun malévolo se escurría entre el jardín con el gato del día viernes 24. Ellos estaban vigilando de los más bien, aunque recuerden que los Domo se habían llevado el cesto que era puesto de vigilancia. Así que tuve que conseguir uno nuevo, y todo volvía a la normalidad:
Fue entonces cuando nuestros gatitos vieron algo sospechoso. Justo por debajo de ellos se abría camino un domo-kun. Pudieron haberlo detenido, pues eran mayoría, pero su rol era de vigilantes, y no sabían si iban a aparecer más de pronto. Así que sólo lo informaron, y decidieron separarse. El gatito de color oscuro se refugió un poco, pues nunca se sabe desde donde aparece un domo-kun.
Como ven, puse en el jardín muchos puestos de vigilia, pues hay que estar siempre atentos, aunque parezca reinar la calma.
En fin, el gatito amarillo no era en realidad un vigilante, estaba ayudando nada más. Así que otro gatito prestó funciones, y eso evitó una catástrofe mayor.
Lo que me parece cusioso es que este vigilante mire hacia arriba. No sé por qué, tal vez los domo-kun sepan escalar árboles, lo cual sería otro problema grande, ya que los gatitos no estarían seguros ni en las alturas. ¡No estarían seguros
en el tejado, donde inspeccionaron hace poco por si las moscas!
Tal vez esa sea una pista; y es que, luego de varios minutos, este felino continúa mirando hacia el cielo, como si el Domo se hubiera ido a subir a los árboles. No sé por qué mirará tan interesado.
O es que quizás nunca estuvo vigilando, sólo estaba ahí porque le pareció bueno, y como tenía cara de vigilar algo (tal vez una nube) pasó desapercibido. Suerte que los domo-kun no fueron malos con él.
¡Pero me topé con una gran sopresa! Fue la gatita 174 quien también se había escondido, y por lo tanto el jardín estaba muy lleno de obsevadores.
Ella me relató (de algún modo) que efectivamente, el domo-kun subió con el gatito del día 101 para ocultarse, pero esta galleta japonesa con dientes fue torpe y resbaló al trepar por una rama que se quebró. Así que el gatito quedó allí arriba del árbol. ¡Fuera de peligro! Ahora nos resta bajarlo de ahí, pero eso tardará un poco. Mañana podrán ir a la entrada del gatito del centésimo primer día ¡Y estará allí, como si nada hubiese ocurrido! Así que ahora puedo quedame tranquila, aunque es un poco peligroso que con tanto gato vigilando el jardín, de todas maneras un Domo-kun lograra entrar en la casa. Tengo que tomar medidas precautivas.
Quiero agradecer a los gatitos que se han tomado la molestia de ser voluntarios en la tarea de cuidar el jardín, y alertarnos de cualquier problema. Gracias a ellos El Blog de los Gatitos es un lugar seguro y podemos presentar una foto al día, hasta que los gatos en internet se acaben. Eso no va a pasar, así que el blog tiene duración indefinida, y ningún domo-kun nos va a amedrentar, aunque haya que construir murallas, y doblar la seguridad.
Este ha sido el final de la historia, y no sé si fue un final feliz, porque el gato todavía está en el árbol sin poder bajar, pero ciertamente mañana cambiarán las cosas.
Saludos!