En agosto nuestro hemisferio no recibe tanto frío, y en el lado norte de la Tierra el calor impera. De todos modos, he aquí un montón de gatos pasando frío. Habrá una segunda parte en algún momento antes de finalizar este mes de los gatos.
Caminar por la nieve no debe ser tan difícil para un gato, porque son livianos y tienen las patas acolchadas. Están hechos para caminar sin hacer ruido y así ser sigilosos.
Por ejemplo, he aquí un felino que apenas entierra sus patas en la nieve, y camina con la cola en alto. No parece preocupado del frío.
Y este otro gato avanza incólume con una expresión bastante dura. Pero no sé por qué, yo sólo veo que es una actitud parecida a la del gato anterior.
En cambio, este otro gato se ve mucho más relajado con tanta nieve.
Y este gato es visible a cientos de metros gracias a sus azulados ojos. Él si que se hundió un poco más que los demás, pero de todas formas logra hacerse paso.
En tanto, este gato continua relajado con la situación. La nieve parece no importarle, tal vez esté muy habituado a ella.
También relajado, camina aunque se va enterrando a cada paso. Un gato grande como este tampoco tendrá problemas en la nieve, porque todavía le queda caminar con energía.
Eso es todo por el momento. Luego estos gatos, y otros nuevos, seguirán caminando por la nieve. Espero que no se hundan mucho en ella.
Estas fotos no necesitan comentarios. ¡Son preciosas! aunque me cuesta imaginar que a los gatos les guste la nieve...~.~)=
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