Nada hacia presagiar que de pronto, un día cualquiera, apareciera un gato nuevo en este blog. Se han mantenido escabullidos, haciendo sus vidas de sigilo, siempre alertas y observando. La observación del gato es punzante y penetrante, incluso en aquellos momentos en que no sabemos que nos miran.
Este felino había estado esperando en calma por meses, en atenta observación y reservada cavilación, hasta que por fin hoy pudo ser visto. Y le vemos viéndonos, entre el pasto que ha ido creciendo tras meses de descuido.
Esta es la tricentésima quincuagésima segunda imagen, perteneciente a algún aleatorio día del año. Tampoco se puede definir cuándo vuelva a ser observado un nuevo felino, pero ellos siempre están ahí, deambulando por este blog. Y tienen historias que contar todavía...
Saludos.