Este es un gato de apariencia a la que no estoy acostumbrada. Con su pelo revuelto y bigotes largos y caídos, parece más viejo de lo que en realidad debe ser. Seguramente le quedan muchos años para impresionarnos con ese aspecto suyo.
Aunque antiguamente eso era una estrategia. Una de las ideas más repetidas por todo animal, incluso invertebrados, es el querer verse más grande para intimidar a los enemigos y/o presas. Este gato se ve más grande de lo que se vería con el pelo liso, y ese es el motivo de que los felinos arqueen su espalda cuando estan nerviosos o asustados (en donde estoy, se le dice que es un "gato engrifado", no sé si se aplica en más países de habla castellana).
Incluso nosotros también hacemos eso. Cuando se nos pone la piel de gallina nos veríamos más grandes, en caso de todavía tener pelo por todo el cuerpo como en los orígenes, pues se nos alborotaría.
Esta es la imagen número 208, perteneciente al día 10 de Junio de 2012. Tan grande se ve este gato, que las flores detrás suyo parecen crecer a su alrededor, rodeándolo.
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