Este gatito es suficientemente pequeño para caber en este platón. No me refiero al filósofo griego, sino que al pocillo en que está, con platito y todo. Hasta unas flores tiene, y se ve muy tranquilo y alegre. Quizás en algún momento haya tomado leche en este mismo recipiente, cosa que en todo caso no aconsejo. Si le quieren dar leche a un gato deben consultar al veterinario, porque la mayoría de los gatos son intolerantes a la lactosa.
Si no tienen dinero para leche especial para gatos, la alternativa es darle leche sin lactosa para los humanos. De otro modo, la leche fermentará en el estómago del felino y le provocará una desagradable diarrea. Insisto: no den leche a los gatos así como así, pues pierden la capacidad para digerir la lactosa según se hacen niños y ya dejan de ingerir leche materna. Consulte Ud. un veterinario antes de aventurarse, aunque al gato le guste la leche.
Le recordamos atentamente, además, que la leche que tomamos nosotros y le damos al gato está hecha por vacas, para vacas; que son vegetarianas y comen pasto con su sistema digestivo de cuatro fases. El sistema digestivo de una vaca es explícitamente más complejo frente al de un hombre o un gato, y la leche de herbívoros no es algo fácil de resistir. Nuestro truco consiste en estar consumiéndola desde hace como 5 mil años, y que la evolución de Darwin funciona bien y rápido en estos casos. Pero los gatos no han tenido este mismo proceso de adaptación artificial a la leche de las vacas. Para ellos es necesaria leche de carnívoros, con otro contenido graso diferente y mucho más elemental para digerir.
Esta es la centésimo cuadragésimo tercera imagen, perteneciente al día 6 de Abril de 2012. Recibe una nota de 5.7, y ya saben mi consejo sobre la leche.
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