Es curioso cómo un gatito puede pasar por lugares a los que un perro de su mismo tamaño no es capaz de acceder. Están hechos para ser más sútiles, más ágiles y dinámicos. Un gato tiene su columna y sus articulaciones dispuestas de diferente manera que un perro, por eso que aunque ambos sean cuadrúpedos, el gato puede girar sus patas delanteras un poco, lo que sirve muy bien y es más o menos similar a los brazos humanos. De este modo, un gato puede sentarse mientras con sus "manos" toca algo en lo alto, cosa a lo que un perro no accede.
Es cosa de ver la curva de sus espaldas mientras están sentados:
En fin, no soy veterinaria para fundamentar mejor esto, así que diré lo clásico: esta es la imagen número 98, perteneciente al día 21 de Febrero de 2012, y le pondré una calificación de 6.0 a la entrada entera.
El gatito está pendfiente de algo... igual ha visto un Domo-kun.....
ResponderEliminar¿Tu crees? Voy a poner una alerta entonces, por la seguridad de todos los gatitos
ResponderEliminar